Até porque eles custam 600 milhões de euros por ano, adianta o jornal.
Acabar com os chumbos e, assim, poupar 600 milhões é a última genial invenção dos cientistas da 5 de Outubro.
Ayatollah Sayed Ali Khamenei
Líder de la República Islámica
Excelencia,
Me dirijo a usted para expresarle mi gran preocupación por la situación de Sakineh Mohammadi Ashtiani, una mujer iraní condenada en 2007 por adulterio y que podría ser ejecutada en cualquier momento.
Sakineh Mohammadi, madre de dos hijos, está presa desde 2005. Fue declarada culpable en mayo de 2006 de mantener una “relación ilícita” con dos hombres, y condenada a recibir 99 latigazos. Con posterioridad fue declarada culpable también de “relación extramatrimonial”, acusación que ella negó, y condenada a morir por lapidación.
Durante los últimos días han venido sucediéndose una serie de declaraciones contradictorias por parte de miembros del gobierno iraní en relación a la situación legal de Sakineh Mohammadi. Por ello lo que le pido que aclaren cual es su situación legal actual, especialmente a su hijo y abogados.
Además, según las informaciones de las que dispongo, al menos otras ocho mujeres y tres hombres corren el riesgo de ser lapidados en Irán.
La ejecución por lapidación es un castigo especialmente cruel, por estar específicamente concebida para aumentar el sufrimiento de la víctima : para llevarla a cabo se escogen piedras lo suficientemente grandes como para causar dolor, pero no tanto como para matar a la víctima enseguida.
Por ello, le pido que conmute la pena de muerte de Sakineh Mohammadi y en el camino hacia la abolición total de la pena de muerte, promulgue una ley que prohíba inequívocamente la lapidación como pena judicial. A la espera de esta ley, debe declararse de inmediato una suspensión de las lapidaciones, dejando claro a todos los jueces y otros funcionarios que tendrán que rendir cuentas en caso de incumplir tal suspensión. Además deben destipificarse como delito las relaciones sexuales consentidas entre adultos.
Le pido también que garantice que el hijo de Sakineh Mohammadi, Sajjad Qaderzadeh no sea objeto de hostigamiento por las manifestaciones que ha realizado preocupándose por la vida de su madre.
Atentamente,